
Copyright©Mayte @2008
La Naturaleza llena de vida los rincones que permanecían quietos, sombríos, soportando los frios invernales.
Los colores comienza a pintar árboles y jardines, el agua del estanque refleja colores más azules, y los mirlos entonan sus cánticos de cortejo, inundando el entorno de melodías primaverales.
Una ardilla corretea por la pradera, en busca de alguna golosina deliciosamente irresistible a su paladar. La coge con sus delicados y pequeños dedos y escapa, saltando, hacia el árbol más próximo. Se para, vuelve su cabeza para echarme un último vistazo, quizás esperando ver si la sigo, y desaparece rápidamente hacia la copa del florido árbol.