Copyright©Mayte @2008
La Naturaleza llena de vida los rincones que permanecían quietos, sombríos, soportando los frios invernales.
Los colores comienza a pintar árboles y jardines, el agua del estanque refleja colores más azules, y los mirlos entonan sus cánticos de cortejo, inundando el entorno de melodías primaverales.
Una ardilla corretea por la pradera, en busca de alguna golosina deliciosamente irresistible a su paladar. La coge con sus delicados y pequeños dedos y escapa, saltando, hacia el árbol más próximo. Se para, vuelve su cabeza para echarme un último vistazo, quizás esperando ver si la sigo, y desaparece rápidamente hacia la copa del florido árbol.
Precioso paisaje, Mayte. Ese árbol florido en primer término dice todo de la estación. Como siempre, la letra acompaña a la imagen con gran armonía. Casi le quita el protagonismo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Miguel!
ResponderEliminarLa verdad es que St. James empezaba a ponerse bonito, pero he de confesar que ¡hacía un frío horrible! Unos minutos antes de tomar esta foto, había caído una buena nevada.¡Quién lo diría! En pleno marzo, aunque en esas latitudes, por lo visto es bastante normal. Aún así, la primavera ya estaba allí
Un saludo
Una foto preciosa, con un paisaje de sueño, parece un jardin de esos japoneses, con sus diferentes tipos de arboles y el agua lenandolo todo.
ResponderEliminarEso pensé yo en el primer golpe de vista de este rincón. Imagino que el sauce y el agua, junto al pruno florido crea esa sensación de jardín japonés.
ResponderEliminarHola mayte , te descubre haciendo zaping y me he quedado realmente impresionado, me han encantado tus fotos y no será la ultima vez que me pase, en serio un trabajo impresionante, del que aprender
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