El sol perfilaba las nubes y creaba una diadema de oro en ellas que coronaba las montañas lejanas, en el horizonte.
Y con su luz de ocaso envolvía el paisaje otoñal, y teñía los álamos, aún más, de ocres y naranjas.
PhotoSmart R707, 9 mm, 1/251 seg, f/2.9, ISO 100, flash n/a, sin trípode
© 2006-2009 MayteVidal
el ocre es el color que mas me gusta ver en fotos como ésta, no sé, me llena mucho creo q es lo que difrencia una foto de naturaleza de la propia naturaleza hecha arte. el lugar colabora muy bien y todo unido a tu toque personal da como resultado un de esas fotos con sello propio tan bonitas
ResponderEliminarComo dices, los tonos ocres dan riqueza a los paisajes, sobre todo, por el contraste que crean con los verdes.
ResponderEliminarSeguramente por eso, los paisajes otoñales nos llaman tanto la atención.
A mi también me gustan mucho en paisajes así.
Parece una pintura. Le daría un 10 si no se viera ese maldito cable. Un poquito de clonación no estaría mal.
ResponderEliminarSi que lo podía haber clonado, pero estaba un poco perezosa y decidí dejarlo así, tal cual estaba.
ResponderEliminarLo mismo un día de éstos, me da por ponerme a clonar, y dejo a estas casas sin suministro eléctrico :D