
El agua se deja fluir, cantarina, como una cortina de frescor entre las hojas verdes que comienzan a tornar su verdor en tonos amarillos que marcan el otoño.
Cae sin descanso, sobre las rocas, y vierte al río su vitalidad, creando ante los ojos un espectáculo único de riqueza visual y sonora. Un instante que se detiene en el tiempo, mientras sigue cayendo incansable y formando mil gotas vaporosas....
© MayteVidal @2008
Preciosa foto, solo le falta haber estado un poco más oscura, con algo más de contraste.
ResponderEliminarSaludos.
La original está más oscura, y decidí hacerle este hdr suave.
ResponderEliminarCreo que el histograma se queda un poco plano, pero me gustó así, y así la dejé.
Lo mismo me da por enredar y hago diferentes versiones.
Gracias por la visita, Juan Carlos
Saludos
Hola, Mayte. Un precioso paisaje y muy dinámico gracias a la cascada fluyendo en diagonal. Las hojas del árbol que aparece en un plano más cercano le añaden una profundidad a la imagen muy acertada. Muy buena toma. Saludos.
ResponderEliminarHola, Miguel.
ResponderEliminarNo sé porqué, pero esta cascada siempre me ha atraído mucho. Da igual las veces que vaya, siempre sale en la foto !!
Supongo que tiene algo magnético para mí.
Saludos