Reflejos de oro y fuego en el espejo cristalino, uniendo cielo y agua con una misma imagen, envolviendo las piedras milenarias que guardan en sus rincones los rezos a Isis y Amón Debod.
Sol que se esconde tras el balcón, creando un ambiente mágico y místico alrededor del Templo.
Ocaso.
© MayteVidal @2008
Que sinfonía de colores más bonita. Una foto que hace soñar. El reflejo perfecto. Además has resuelto muy bien el contraluz para que se vea todo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Juan Carlos!
ResponderEliminarSí que fué un atardecer bonito, y, aunque no llevaba trípode (para variar), no pude resistirme a disparar la máquina!!
Hola, Mayte. Una gran puesta de sol, con mucho colorido y mucho detalle. Muy buena toma. Saludos.
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